Tengo una encuesta de hace unos añitos entre los estudiantes de París, donde se podía ver lo que pasaría también entre estudiantes españoles. Todo se mueve entre estos dos extremos: Juan Francisco, 18 años: “Yo no creo en Dios; estoy bautizado, pero no he practicado jamás. Dios es la alienación del espíritu, una huida”. María, 16 años, 6º curso: Para mí la orientación de mi vida está atada a la existencia de Dios; saber que Dios existe, tiene una importancia primordial para mí”.
SOBRE LA IGLESIA.- Uno: “Yo no tengo necesidad de la Iglesia; es más un engaño que otra cosa”. Otro: Yo creo en Dios, pero no espero nada de la Iglesia”. Otro: “Para que nos interesemos por la Iglesia, es necesario que ella nos conduzca a Dios; lo que no hará, si no se hace pobre y sencilla y se preocupa más de lo que pasa por el mundo”.
PERO HAN DESCUBIERTO EL EVANGELIO.- Un obrero no practicante dice: “El Evangelio como código de vida, me gusta; lo que hay todavía de bueno en nuestra sociedad, se lo debe al Evangelio; hay que guardarlo a toda costa”. Otro: “Para mí vivir moralmente es dar entrada a los otros. El bien y el mal no existen; lo que existe es el bien o el mal que se hace a alguien”. Otro: “En tanto no hayan hallado al hermano que comparte con ellos ¿cómo imaginarán que hay un Dios? La Religión-opio no nos interesa”. Una joven militante comunista: “Yo no creo en Dios y la Iglesia no me interesa, pero yo creo que no hay otra moral que la que enseña Cristo. Y añade: “Los jóvenes comunistas cada vez tenemos más contacto con los jóvenes cristianos militantes y, gracias a ellos, estamos descubriendo algo que nos faltaba, el amor fraterno”.
A LA PREGUNTA: “¿Tienen una moral los jóvenes todavía?” responde uno: “No comprendo por qué nos ha puesto usted esta pregunta; nosotros tenemos una moral. Usted haría mejor con hacer esta pregunta a los adultos, ellos son con frecuencia más inmorales, más hipócritas que nosotros”
A la pregunta: “¿A qué gran personaje os gustaría pareceros?”, contestaron: “A ninguno, a mí mismo”.
Después de tantas preguntas, ahora pregunto yo: “¿Se parece la juventud española de hoy algo esta juventud francesa ?”
MATÍAS CASTAÑO
domingo, 26 de agosto de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario