sábado, 18 de agosto de 2007

NADIE DA LO QUE NO TIENE

La educación y formación de los hijos trae a mal traer a todos los que trabajan en ello. El mismo gobierno quiere meter su baza en tan
delicado tema.
Los padres se quejan de que sus hijos no han seguido sus consejos y han rechazado el ejemplo de sus padres. Los educadores se encuentran con un tropel de animalitos rebeldes que ni les escuchan y se mofan de lo que les dicen. El gobierno intenta asumir para sí la educación de todos los menores, de una forma muy alarmante.
Se buscan soluciones a este gravísimo problema. Y proponen que las raíces de la educación hay que plantarlas en la familia, desde que el niño abre los ojos.
Yo digo que así ha sucedido y el fruto en general ha sido eficaz y desastroso.
Los padres están empapados de las actitudes y criterios de vida del Capitalismo salvaje, heredado de generación en generación. Y, quizá sin darse cuenta, se los han transmitido a sus hijos; desgraciadamente con una eficacia suma e indestructible.
Sin duda hay padres que han logrado trasmitir a sus hijos los criterios de vida y las actitudes evangélicas vividas por los padres, con una eficacia y una alegría muy grande para todos, padres e hijos. Eso se debe a que los padres viven esos mismos valores evangélicos.
Pero hay muchos padres cristianos devotos, dañados en su espíritu por los ‘valores’ capitalistas que siguen en sus comportamientos con toda fidelidad, corregida y aumentada. Han hablado a sus hijos de la fe cristiana que profesan para que la asuman. Pero antes, desde que abrieron los ojos al nacer, se le han ido colando dentro al niño las actitudes del Capitalismo que triunfan en la familia.
Aquí está el secreto de la falta de formación de los hijos. Los ‘valores’ capitalistas se van heredando de padres a hijos, como un nuevo pecado original, que corroe todo el comportamiento de las personas. Los padres sin darse cuenta hacen esta labor de zapa que condicionará toda la vida del hijo. Con más perseverancia que la que intenten infundir después a sus hijos en casa o en la escuela.
Nadie da lo que no tiene.
MATÍAS CASTAÑO

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