jueves, 16 de agosto de 2007

IGLESIA RESIGNADA

En el Concilio Vaticano II se reconocieron las profundas heridas de la Iglesia y se recetaron remedios. En un comienzo se quiso abordar la lamentable situación con medicinas fuertes y eficaces. Había mucha ilusión y mucho coraje para ello. Pero a otros aquellos planes les sonaban a profanación.
Había que poner remedio a ese enfrentamiento. Los más audaces tuvieron que ceder algo para que los más negados se abrieran algo a las operaciones necesarias.
Y hete aquí que se logró llegar a un acuerdo, aceptando todos emplear la vaselina, nada menos que la vaselina, pero sólo la vaselina. Todos conformes, aunque la vaselina se ha mostrado insuficiente y hasta incapaz para curar las profundas y endurecidas heridas de la Iglesia que siguen agravándose. Hoy nos encontramos con una Iglesia resignada.
Cierto que dos papas (los únicos que pueden indicar el camino) han confesado la inutilidad de la vaselina y han denunciado la situación lamentable de la Iglesia. Juan Pablo II lo expresó con aquella frase que debía de poner los pelos de punta a todos los pastores: “La Iglesia necesita una nueva evangelización”. Benedicto XVI, observando la situación eclesial, ha dicho: “El sistema capitalista ha comido la esencia del cristianismo”.
Son frases para llenarnos de vergüenza; por eso se habla tan poquito de ellas. Y cuando alguien las pronuncia, miramos hacia otro lado con gesto de idiotas. Si se repitiera todas las veces que son necesarias para tomarlas en serio, temo que nos entraba colitis aguda a la mayoría. Silencio, por favor, que enfermamos a toda ‘la cla’ y a ver qué hacemos después.
Me parece oir una voz atronadora imponiéndose a toda conversación y a todo ruido y a toda inquietud; son muchas las voces que están gritando a la vez: “¡Sigamos con la vaselina!”
Un grito de toda la Iglesia, impositivo, que oculta cualquier grito en contra y a la vez resignado: “No hay otro remedio…prohibido pensar…sigamos con la vaselina”.
MATÍAS CASTAÑO

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola D. Matías me alegra verle aquí. Espero que muchos puedan encontrarle en este nuebo blog. Es preocupante lo de "la baselina", pero es muy lamentable que algunos de los logros del Concilio que tanto costaron los estén retirando de la vida de la Iglesia, parece que vamos un poco "pa atrás" ¿no cree? Parece que algunos les va lo de la "pompa y el boato". En fin. habrá que seguir esperando a ver dónde acaba todo esto. ¡Animo D. Matías! El otro Matías

Matias Castaño Sánchez dijo...

Amigo Matías Prieto
De vez en cuando aparece un ilustre inconsciente que acaba de redondear la situación lamentable de la Iglesia, como el monseñor de la larga cola roja. Hay que estar descaminado para hacer una cosa así.
MATÍAS CASTAÑO

jalonsof dijo...

La jerarquía tradiconal quiere enmedarle la plana al Concilio, pero este es irreversible. La Biblia también lo es y la laicidad camina a pasos de gigante.

La teología posconciliar no comparte la opinión de los que rechazan la laicidad y secularidad como nocivas al cristianismo. Al contrario, la consideran acorde con el dinamismo encarnatorio del mismo e incluso como un fenómeno originalmente bíblico y cristiano.

El teólogo conciliar E. Schillebeeckx, que defiende con otros muchos esta tesis, ha salido al paso... Blog de Francisco Margallo, en PD